Hay vegetales claves para auxiliar nuestros trastornos de salud, generalmente provocados por la extendida toxemia corporal. Conozcamos un poco a la bardana, planta altamente depurativa y alcalinizante del organismo, cuyas propiedades se aprovechan tanto al usarla como hierba medicinal o como alimento.
La bardana (Arctium lappa) es una planta silvestre bienal, que los orientales cultivan por sus propiedades nutricionales y medicinales. Crece espontáneamente en terrenos baldíos con buen contenido de nitrógeno. En su cultivo exige tierras bien trabajadas y abonadas. Si se utilizan plantas silvestres, hay que controlar ausencia de contaminantes y tráfico vehicular en el entorno, como así también la presencia de deyecciones animales.
Descripción: Se la reconoce por sus grandes hojas (de forma alargada y acorazonada en la base), que en su primer año de vida crecen en forma de roseta, a ras del piso. Las hojas son verdes en su cara superior; y blanquecinas y recubiertas por pelusa en su cara inferior. En el segundo año da flores y frutos, desarrollando un tallo que puede llegar a los
Partes utilizadas: Hojas, semillas y principalmente raíces. Se suele descartar el tallo de las hojas, pues concentra principios amargos.
Propiedades: Es depurativa, diurética, sudorífica y estomacal. La raíz, por su mayor contenido en inulina, ácidos fenólicos, sales de potasio y antibióticos vegetales, tiene más efecto colagogo (estimula la producción de bilis), antimicrobiano e hipoglucemiante (útil para diabéticos). Las hojas son vulnerarias y cicatrizantes.
Aplicaciones: Es un depurativo muy efectivo para limpiar la sangre y el sistema linfático. Disminuye congestiones e hinchazones, elimina toxinas (sea por la piel o por la orina) y precipita el ácido úrico. Indicado para reuma, artritis, ciática, gota, acidez sanguínea, edemas, cálculos (renales y vesiculares), acné, eccemas, erupciones, resfríos con fiebre y dolor de garganta, afecciones gástricas, hepáticas y biliares, cistitis, infecciones urinarias, nefritis, herpes y diabetes. En oriente se la considera estimulante del sistema nervioso y vigorizante sexual. Estudios recientes demuestran que reduce el tamaño de tumores cancerosos.
Uso: En todos los casos se aconseja decocción (
Efectos sutiles: Es beneficiosa para ahuyentar las emociones fuertes como la ira, la agresividad y la ambición. Incrementa la claridad mental.
Asociaciones: Su efecto depurativo se potencia al combinarla con diente de león y consuelda. En problemas hepáticos se asocia con boldo y toronjil. Para el acné puede usarse junto con zarzaparrilla. Pero la combinación más difundida es la del Tónico Herbario ó Essiac, fórmula de los indígenas canadienses, quienes la combinaban con olmo, acedera y ruibarbo.
Precauciones: Embarazadas (podría tener efecto abortivo), estados anémicos, escalofríos crónicos.
Uso culinario: Las hojas frescas pequeñas (sin el tallo, que resulta muy amargo) pueden utilizarse como la acelga. Las raíces frescas tienen un sabor delicado y admiten muchas preparaciones. A continuación una muy simple: filetear la raíz con pelapapas (previo lavado con cepillo); rehogar brevemente en aceite de oliva, agregando cebolla de verdeo, zanahoria cortada en juliana y unas gotas de salsa de soja; completar la cocción a fuego suave y tapando la sartén. Resulta un complemento óptimo para un plato de cereales (arroz, cebada, quinoa, sarraceno o mijo). La raíz fresca puede conservarse más tiempo en heladera, envuelta en papel absorbente y dentro de una bolsa plástica.
Extraído del libro “Alimentos Saludables” – Néstor Palmetti